CARTEL DE LAS ACTIVIDADES -
Con este I Memorial lo que se pretende es hacer un primer acercamiento a la obra artística que, desde sus inicios con la madera hasta su faceta más conocida como maestro del azabache, desarrolló a lo largo de su carrera Eliseo Nicolás “Lise”.
Su aprendizaje autodidacta desde una temprana edad no le condiciona, siendo la naturaleza, los animales, su perro, la arquitectura prerrománica o el firmamento con su luna y estrella polar omnipresentes, su inspiración.
De sus primeras obras como tallista de la madera cabe destacar la potencia y dominio de la técnica que presenta en el bastón de mando del Ayto. de Candamo o la talla de la Capilla de los Dolores con incrustaciones de azabache.
Posteriormente, gracias a sus técnicas pioneras como las incrustaciones superpuestas, la técnica del vaciado o la combinación con otros materiales nobles como la madera o el marfil, se convertirá en el referente de la azabachería. No hay que olvidar que hasta su llegada, las técnicas que se aplicaban al azabache se limitaban a la talla y su engarce en metales preciosos . De sus obras en azabache destacan sobre todas su recopilación del prerrománico asturiano y, entre ellas, su pieza de San Miguel de Lillo.
En el mundo de la joyería es donde desarrollará la mayor parte de su actividad. Sus colecciones de paisajes nocturnos y lunares, las representaciones de constelaciones y los motivos florales serán el grueso de su obra. El dominio de la composición, del color y su increíble precisión las convierten en auténticas obras de arte, joyas únicas. Pero es en los encargos públicos y privados donde podemos ver a un Eliseo más libre, ya fuera para un premio institucional o la conmemoración de una carrera, siendo condicionado únicamente por quién o qué institución lo iba a recibir. La escultura para Gas Asturias es un gran ejemplo.
Pero es en ciertos encargos y, sobre todo, en aquellas piezas que realiza únicamente para él donde podemos ver al verdadero “Lise”. En piezas como “Desarrollo en cadena” o en el “Conjunto escultórico del retablo de Ponga” es donde las combinaciones de texturas y colores, los encuentros y los encastres, presentes en todas sus obras, alcanzan otra magnitud.
En definitiva, una muestra de la obra de un maestro que desde la madera a la piedra, en la pequeña y la gran escala merece ser recordado y estudiado. Siempre nos quedará la curiosidad de cuál habría sido el siguiente paso en su evolución.
PANELES DE LA EXPOSICIÓN -
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